Miércoles, 02 Marzo 2011 23:18

Restauración básica de etiquetas, tapones y cápsulas antiguas

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Hoy he querido plasmar con una serie de fotos, probablemente lo primero que aprendí sobre restauración de etiquetas y botellitas, y como podéis imaginar no hace falta que os diga quién fue quién me inició, el inefable Alberto Puga, de quien solo puedo decir que en él se aúnan dos cosas de las que todos nos hemos beneficiado, su ingeniería química y su afición por este tipo de coleccionismo, de forma y manera que esa simbiosis nos ha permitido a algunos conservar en unas condiciones envidiables algunas piezas de nuestra colección.

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Recientemente conseguí en www.todocoleccion.net los tres minis de anís que podemos contemplar en la siguiente foto:

010-restauracion-antesLa de anís del Madroño era buscaba con ahínco después de haberla visto en la página de Francisco Palou, mi coleccionista de anises mas envidiado ¡que colección! (Francisco, ya no hace falta que me la busques).

Pues bien, aparte de lo abusivo de los precios de minis en esa página, tenemos unas miniaturas en un pésimo estado de conservación y las venden (o tratan al menos de ello) como si fueran un boceto de Picasso. Pese a ello, algunos que buscamos desesperadamente alguna pieza, acabamos pagando lo que nos pidan.

Dicho esto, vayamos al proceso de restauración:

Primer paso;

Se introducen en un utensilio de cocina (cazo o similar) con agua, y se calienta el agua para conseguir que las etiquetas se despeguen solas. Esto se consigue en el 80% de los casos; si no se desprenden solas, podemos ayudarnos con un cúter o una cuchilla de afeitar, con mucha suavidad. Probablemente caiga sola, ya que simplemente estaba adherida por el agua a la botella. Si no es así, habrá que buscar otro sistema, o insistir con la cuchilla de forma muy suave.

¡Ojo¡ durante el proceso de calentamiento, y si la botella no está llena, PROBABLEMENTE  el tapón salga como si fuera un tapón de una botella de champagne . Ello es debido al vapor de agua que se genera en el espacio libre de líquido de la mini. Tiradlo sin mas, ya que no nos servirá para nada, a menos que nos reservemos la parte de tapón que queda fuera del cuello de la botella – bien de corcho o plástico, según sea el caso – y que posteriormente usaremos para rematar el cierre antes de “encapsularla“.

Segundo paso:

Colocamos las etiquetas en un secante doblado para facilitar su secado, obteniendo el siguiente resultado:

Mientras tanto lavamos las minis con agua y jabón y un cepillito de cerdas suaves. Finalizados estos dos pasos tendremos las botellitas vacías y límpias.

020-restauracion-etiquetas030-restauracion-vaciasTercer paso:

Una vez secas las etiquetas, las rociamos con barniz satinado en spray para proteger la impresión original y las dejamos secar. A veces conviene dar un primer golpe de barniz fijador, también en spray, para recuperar los colores originales.

040-restauracion-laca-etiq

050-restauracion-corchoMientras tanto, de cualquier corcho usado y con la ayuda de un cúter y una lima recortamos un trocito de corcho y lo redondeamos con la lima, dejándolo un poco mas grueso que el interior del cuello de la botella, para que luego quede bien cerrada.

Cuarto paso;

Con el líquido que previamente habremos reservado (por aquello de usar la mayor parte de los elementos originales) volvemos a llenarla, y si falta algo de líquido, ya rellenaremos con cualquier líquido de iguales características, hasta que quede llena (anís, brandy, ginebra, tequila, etc.) y si estaba evaporada del todo, pues a llenarla del todo.

Luego ponemos el tapón hasta donde podamos y el sobrante lo cortamos con el cúter a ras de cuello con una cuchilla; seguidamente pegamos la parte de corcho o plástico sobre el tapón y la dejamos lista para su encapsulado.

Quinto paso:

Es el momento de las etiquetas. Preparamos en un pequeño recipiente una solución en las siguientes proporciones, diez de agua, una de lejía y una de agua oxigenada y veremos que empieza como a hervir. Ya está lista para recibir las etiquetas. Introducimos las etiquetas, procurando que no se solapen ni queden muy juntas y las dejamos ahí un mínimo de 24 horas (para conseguir las medidas, podéis ayudaros con una jeringa de 6 cl. que se obtiene en cualquier farmacia.

060-restauracion-cubeta-etiqMientras tanto y con NESCOFILM, empezamos a cubrir el cuello de la botella, estirándolo todo lo que podamos y enrollándolo sin que se rompa. Daremos varias vueltas hasta conseguir el grosor adecuado.

070-restauracion-laca-taponesUna vez cubierto, daremos una mano de barniz para metales estirando las pinceladas todo lo posible para acelerar su secado. Esto producirá un secado rápido y prevendrá de grietas y roturas el Nescofilm, cuando vayamos a pintarlo con su color definitivo.

Sexto paso:

Probablemente ya tengamos las etiquetas muy recuperadas y limpias, y si acaso preparadas para darlas un retoque con bolígrafos de gel de punta fina (los hay de casi todos los colores, incluso blancos, plateados y dorados) y de varios grosores, incluso de 0,4. Por eso y con la ayuda de una lupa de relojero o de una buena lupa con pié, retocaremos con mucho cuidado las letras u otras partes que hubieran desaparecido, o retocamos letras donde el color original haya quedado muy  rebajado de intensidad.

En este caso, la etiqueta de anís Torcal, me dio un buen disgusto, ya que la impresión de color se iba, de lo mala que era o se desprendía junto con la capa de barniz seco, ya que la densidad del papel era mínima (la tuve que dedicar un buen rato para no perderla). El resto no dieron problema de ningún tipo; como digo yo, de lo mas agradecidas.

Caso de pequeñas roturas por las esquinas, laterales etc. yo uso papel de periódico sin imprimir (los márgenes o zonas de anuncios sin impresión) y lo recortamos con los dedos para que luego al pegarlo con pegamento de barra por la parte trasera de la etiqueta no se note el corte limpio del papel . La parte que peguemos por los laterales, la recortaremos con el cúter o una tijera, según el pulso de cada cual.

Cuando las etiquetas estén mas o menos listas, las damos una pasada de barniz fijador brillo en spray para que ya quede definitivamente protegida y no corramos con los dedos la tinta de los bolígrafos que hemos usado para los retoques.

080-restauracion-etiq-restauradas¡Ojo con los bolígrafos de retoques! Algunas veces puede quedar una cámara de aire entre la impresión original y la capa de barniz seco, al no haberse adherido el barniz a la impresión; en ese caso puede correrse la tinta en ese microespacio a través de una zona desprotegida de barniz. Si eso ocurriese, introducir de nuevo la etiqueta en la solución de agua, para que desaparezca.

Séptimo paso:

Una vez seco el barniz de lo que luego va a constituir la cápsula nueva, lo pintaremos con algún rotulador grueso, tipo  rotring para papelógrafo. Ello me dará la base de color para luego no tener que dar muchas capas.

090-restauracion-pintado-cierresSi quiero recrear cápsulas antiguas, yo he decidido usar laca de uñas. Yo las compro en las tiendas de chinos; las hay de casi todos los colores y de varios tonos.

La primera capa será muy fina y estirando mucho la pincelada, luego daremos una segunda capa  y una tercera si fuera necesario. Caso de imperfecciones y una vez completamente seca la laca, podemos repasarla con una lija muy fina, y volver a darle otra mano.

Conseguido el color que queremos; tenemos dos opciones, la primera dejarla con el brillo propio de la laca (si queremos imitar al lacre) o le damos encima una pasada de spray satinado o seco, de forma que una vez seco, con la grasa propia de los dedos quede con el satinado clásico de las cápsulas. Alberto usa cola de carpintero coloreada y da varias capas, pero es porque tiene mucha mas paciencia que yo, y a mi me gusta mas la laca de uñas, ya que queda “menos perfecta” que con el método de la cola de carpintero.

Como se dice, para ello existen los gustos.

Octavo paso y último:

Ya tenemos las etiquetas restauradas y recuperadas, así como las minis con sus nuevas cápsulas, rellenas de anís o cualquier otro licor. Pues bien, ahora solo tenemos que pegarlas con pegamento de barra, junto con los sellos de los impuestos, contra-etiquetas, si las hubiere, y ¡listo!. Y aquí tenemos el resultado:

100-restauracion-final-comparada¡MUCHA SUERTE y MUCHA PACIENCIA! Como siempre he dicho la impaciencia es el peor enemigo de un trabajo bien hecho.

Luis Campos 

1 de Marzo de 2011

No está permitida la reproducción total o parcial del artículo sin el consentimiento del autor y del CECBL.

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